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lunes, 21 de abril de 2008

De viceversa (trailer) Video Documental de los migrantes Zoques de Guadalajara



La UACI así como el CUCSH de la UdG invitan a la presentación del libro "El regreso al terruño"

El caso de los migrantes zoques en Guadalajara y del docuemntal "De viceversa".


Tanto el libro como el documental registran el viaje de retorno que los migrantes zoques realizamos a nuestra comunidad de origen Chapultenango Chiapas durante agosto del 2007.

Los migrantes zoques en más de 25 años de radicar en Guadalajara no habiamos organziado una viaje de manera colectiva para participar en la fiesta tradicional de nuestro pueblo.

La comunidad de migrantes zoques esperamos contar con su presencia, muchas gracias.

24 de abril
Auditorio Adalberto navarro del CUCSH
a las 6:00 de la tarde


Atentamente:
Fortino Domínguez Rueda.
Migrante zoque.
UACI UdG.

El regreso al terruño... y De viceversa, un atisbo a la vida de migrantes zoques

La jornada Jalisco
21 abril 08


El libro fotográfico y el documental se presentarán esta semana en el CUCSH


La migración se ha convertido en la única alternativa de los indígenas para mejorar su nivel de vida

CECILIA DURAN
Mujeres migrantes zoques en Guadalajara



Lupa
Mujeres migrantes zoques en Guadalajara Foto: LA JORNADA JALISCO

La migración parece ser la única alternativa de los indígenas para lograr mejorar sus condiciones de vida, ya no sólo a las grandes ciudades del país, sino en otros países, como Estados Unidos. Guadalajara se ha convertido en una atractiva ciudad para los migrantes indígenas provenientes de toda la República, a donde llegan con ilusiones y sueños, objetivos y metas; esperanzados en encontrar nuevos horizontes.

Este fue el caso de un grupo de indígenas zoques del municipio de Chapultenango, de Chiapas, que en la década de los 60 llegó a tierras tapatías para hallar un nuevo rumbo. La falta de conocimiento de la zona urbana los llevó a instalarse donde mejor los acomodó su condición económica, lo cual produjo que quedaran desperdigados en la periferia de la ciudad.

Siguiendo el ejemplo de éstos, cuando el volcán Chichonal hizo su erupción en 1982, otro grupo de zoques, al ver cómo la lava llevaba consigo sus casas, plantíos y ganado, acudieron a la ayuda de los primeros migrantes para llegar a Guadalajara. Vinieron sin nada, con hijos recién nacidos a cuesta con el dolor de haber perdido todo y con el temor lógico que implica salir de un medio rural para enfrentarse a una gran ciudad.

Superaron adversidades, algunos más afortunados que otros encontraron ayuda en sus “paisanos” y otros con sus propios medios tocaron puertas de comercios, fábricas y casas de familias para emplearse en lo que hiciera falta. Con el transcurrir de los años, algunos hijos pudieron estudiar, y de sus raíces mantuvieron sólo el recuerdo que les transmitían sus progenitores. Veinticinco años después de la tragedia del volcán, regresaron a su terruño, a Chapultenango, para encontrarse con su lengua, tradiciones, danza, comida y familiares y esta experiencia quedó registrada en el libro de fotografías El regreso al terruño. El caso de los migrantes zoques en Guadalajara, de Aldo Ruiz, y en el documental De Viceversa, de Rafael Villegas y Pablo González. Ambos materiales se presentarán esta semana en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Vivir con máscaras

El pueblo zoque pertenece al complejo cultural olmeca, integra la familia lingüística mixe zoque popoluca y es uno de los siete pueblos existentes en Chiapas, además de los tzeltales y tzotziles. Los migrantes zoques están asentados principalmente en las ciudades de Oaxaca y Guadalajara.

La Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas (UACI) de la UdeG registra 200 zoques en la capital de Jalisco, aunque en el último censo el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI) contó 75.

Fortino Domínguez integró el movimiento migratorio a Guadalajara que sucedió por motivo de la erupción del volcán Chichonal. Tenía 10 meses cuando su familia llegó a Guadalajara, ciudad que le ofreció una carrera universitaria. Hoy es profesor de Historia en la UdeG y trabaja en proyectos especiales para migrantes, avalados por la UACI. Desde el año pasado integra la asociación de migrantes zoques, que impulsados por regresar a su pueblo natal, organizaron un viaje para agosto del 2007 con el propósito de visitar la comunidad durante la realización de la fiesta tradicional.

“El proceso de organización estuvo basado en la reafirmación de la identidad, porque acá hay un contexto de discriminación bastante grande, y los migrantes lo que hacen es ocultar su identidad. Con este viaje queríamos recrearla de manera pública”, dice Domínguez.

Además de ver a familiares, vivir las costumbres, probar la comida típica, conocer la indumentaria, el regreso significó constatar las dificultades de la tierra en la que están sumergidos sus similares. “Viven del autoconsumo, de la siembra, de la cría del ganado, es todo muy rural”.

Domínguez cuenta que en Guadalajara los zoques viven bastante diseminados en la periferia y hasta el año pasado, casi no se frecuentaban, sin embargo, el viaje los determinó a verse más seguido e incluso acelerar los trámites para conformar una asociación civil a través de la cual puedan conseguir mantener sus tradiciones, aun cuando los separan miles de kilómetros de su comunidad natal.

“Queremos tener tamboreros, quienes en algún momento fueron la autoridad del pueblo, pero se vieron desplazados por la autoridad municipal. También mantener las fiestas del pueblo, porque de parte de la Iglesia católica hay un hostigamiento hacia la tradición, que los sigue tildando de herejes. Ahora estamos interesados en que la tradición continúe, así que queremos aprender las tradiciones, para tener nuestros propios tamboreros y piteros aquí en Guadalajara”, dice.

Domínguez cuenta que cuando desde el inicio de los preparativos del viaje, estuvo presente la idea de hacer un registro fotográfico a cargo de Aldo Ruiz. Luego el proyecto fue madurando y se sumaron Rafael Villegas y Pablo González para hacer un documental sobre el encuentro.

La memoria gráfica del encuentro

El objetivo de Ruiz era inmortalizar en las instantáneas los preparativos del regreso, la ansiedad por conocer la tierra que los vio nacer y también los despidió y el encuentro con familiares y amigos.

Cuenta que no fue fácil su trabajo. “Hay que derribar una barrera que como autodefensa la toman. Es decir, en Guadalajara y en todo México, hay un racismo exacerbado respecto a ellos. Lo que hacen es esconderse y la lengua no se la enseñan a las nuevas generaciones. Durante 25 años han estado tratando de ocultar su identidad para evitarse problemas, era fuerte para ellos decirles que los vamos a tomar fotos y video. Es obvio que desconfían, porque además tienen la experiencia de que van historiadores, los estudian y jamás regresan.

“Pedí permiso y poco a poco fui haciendo el trabajo fotográfico, que tiene como particularidad que no me acerco mucho a las personas, para no invadir espacios. Sirvió el viaje porque nos fuimos conociendo más. Las fotos son naturales, ninguna está trabajada. Yo creo que con las fotos se logró sacar algo apenas superficial de todo un contexto. Por eso sigo trabajando con ellos y sigo profundizando”.

El trabajo realizado por Ruiz resultó en un libro de 75 fotografías a color titulado El regreso al terruño. El caso de los migrantes zoques en Guadalajara, editado por La Casa del Mago. La introducción la escribió Andrés Fábregas.

Sin etiqueta de indigenismo

Una cámara de video también fue testigo del encuentro de los zoques con su comunidad. Rafael Villegas y Pablo González captaron en un documental de media hora cuatro testimonios de migrantes.

“Al principio la idea era hacer un registro videográfico del regreso de los migrantes, pero quisimos ir un poco más allá y tratamos de contar una historia. Partimos de la idea de que México el indígena es el personaje por excelencia del documental. Eso de repente puede parecer un tema obvio. Sin embargo, nos parecía que eso es parte de una forma de violencia también contra el indígena, en el sentido de la invención de lo indígena de la imagen hecha por académicos, intelectuales, que trabajan con ellos. Van hacen sus tesis y se van, van hacen sus películas y se van.

“Queríamos salirnos de la lógica de hacer un documental con la etiqueta de indigenismo, no queríamos una invención de lo indígena. Creo que funcionó el hecho de que ni Pablo ni yo no estábamos involucrados con el tema, tampoco con la cultura zoque. Llegamos más abiertos para encontrar una historia y traerla de antemano. Llevamos un guión de sobre una historia de unos migrantes que regresaban a su pueblo, muchos años después y usamos el volcán como eje dramático. Sin embargo, cuando entramos en contacto, salieron otras cosas, que no estaban planeadas. Empezamos a ver que no todo en su existencia y memoria gira alrededor del volcán.

“Nos fuimos sobre cuatro migrantes nada más, y cada uno tiene su propia historia. Algunos incluso ni siquiera querían hablar del volcán. Lo que nos quedó claro es que en la misma lógica de un documental no indigenista, nos teníamos que salir del indígena como objeto de nuestra cámara. Entonces registramos un encuentro, y por eso incluso no ocultamos nuestras voces”.

La presentación del libro y video se realizará el 24 de abril a las 18 horas en el Auditorio Adalberto Navarro Sánchez del CUCSH a las 18 horas. Domínguez hablará sobre la situación de los migrantes zoques en esta ciudad el miércoles 23 de abril a las 13:20 horas durante el Coloquio Pueblos Indígenas e Indigenismo en el Occidente de México, que tendrá lugar en el Museo Regional de Guadalajara.

sábado, 12 de abril de 2008

Macedonia Blas: Morir en defensa de los indígenas

MILENIO
6 de Abril

macedonia6abr.jpg
Foto: Especial


Candidata al Nobel de la Paz en 2005, fundadora de una organización no gubernamental de ayuda a los otomíes en 1997, madre de 12 hijos, nuestra entrevistada habla de cómo ha hecho para cambiar su suerte y luchar por los derechos de la mujeres más desprotegidas de este país, las indígenas.


No deja de sonreír ni un instante. Parece alegre todo el tiempo. Como si todo lo que le tocó vivir no hubiera hecho mella en su optimismo. A los 50 años, Macedonia Blas Flores parece estar resignada: “Esa suerte me ha tocado”, dice, al recordar las desgracias vividas. Sin embargo, más que resignación, su historia es la de una mujer que tenía todo para perder, pero que sacó fuerza de su dolor y lo convirtió en un impulso imparable para evitar que otras mujeres, indígenas, pobres y víctimas de violencia, como ella, pasen por lo que ella tuvo que pasar.

Macedonia tuvo 12 hijos, de los cuales viven diez, nueve con ella, en su casa de San Ildefonso, comunidad de El Bothé, municipio de Amealco, Querétaro. El mayor tiene 30 años, y el menor cinco.

Macedonia se había dedicado casi toda su vida a elaborar artesanías, servilletas, manteles bordados, muñecas, y aún hoy hace unos pocos de esos objetos para venderlos en los encuentros a los que sale. “Ahora no sufro como antes, me quedaba… me pongo a pensar y me da tristeza recordar, nos quedábamos en las centrales o en los portalitos para atajarnos del agua cuando salíamos a vender nuestras artesanías”.

Macedonia comenzó a luchar con más intensidad por los derechos sexuales y reproductivos a partir de una dolorosa experiencia personal. Era un día de agosto del año 2003, cuando Macedonia iba caminando por la calle y fue agredida por dos mujeres, una madre y una hija. ¿El motivo? La acusaban de adulterio con el marido de ella (y padre de la hija), algo que no era verdad, pero que le costó un ataque lamentable a su intimidad, sólo porque las mentiras que un señor contó fueron creídas por su esposa.

No fue ese el primer episodio violento en la vida de Macedonia. Ella había sufrido violencia por parte de su marido. “Mi caso, yo lo viví y sufrí, por eso ahorita he luchado para que se busque un cambio, que las mujeres no sufran la violencia, que sepan conocer sus derechos, que sepan que cuando hay violencia hay que denunciar”.

—¿Cuál fue su caso?

—Me tocó un esposo alcohólico y después se fue y me dejó con 11 hijos. Luego sufrí violencia y hasta fui víctima de una mujer de mi comunidad. Yo trabajaba en los derechos de las mujeres y quizá por envidia ella me agredió, por celosa, porque su viejo me difamó. Hay hombres que son malos, les gusta difamar a las mujeres y yo no me quedo callada. Siempre lo he explicado y lo sigo trabajando.

—¿De qué la acusaron esa mujer y su marido?

—De adulterio, decían que yo andaba con ese señor. Yo había tenido un hijo con otro señor, y ellos decían que era de él. Fue bien feo el chisme, por eso a veces me pongo a pensar que hay gente cobarde. Lo decían así cuando saben que no era verdad. Creo que pensaron que no iba a salir adelante, pero no me quedé callada. Ahora ya se me olvidaron esos problemas, estoy viviendo una nueva vida, con las compañeras de otras organizaciones.

De víctima a promotora social

Antes de coordinar la organización no gubernamental Fotzi Ñahñö AC (Ayuda a los ñahñö, u otomíes, creada en 1997), Macedonia criaba a sus hijos y hacía artesanías, pero también colaboraba con el ingreso familiar ayudando en los quehaceres de otras casas, o haciendo tortillas. Se paraba en las casetas de peaje a vender sus cosas, o caminaba durante muchas horas por las calles para conseguir algo de dinero a cambio de sus artesanías.

“Yo quería tener otra vida, no quería sufrir como lo estaba haciendo, quería un cambio. Gracias a unas religiosas en mi comunidad, que me ayudaron mucho, un día conocía a una trabajadora social que nos dio pláticas sobre derechos humanos, cómo conocerlos, cómo distinguir la violencia para que no la suframos y que la denunciemos, cómo cuidar a nuestros hijos. Nos capacitó para que fuéramos promotoras, y empecé a salir a las comunidades, aunque fuera con pocas palabras. Aprendí un poco y estoy aprendiendo más”.

A partir de esa capacitación Macedonia se propuso crear una organización para que las mujeres dejen de ser víctimas y se conviertan en personas productivas, que hagan valer su trabajo y su dignidad. Fue así que con su esfuerzo y actualización constante llegó a ser coordinadora de la organización Fotzi Ñahñö, que trabaja con mujeres indígenas, a quienes les dan pláticas sobre violencia y alcoholismo para ayudarlas a salir adelante, para no ser discriminadas. Desde 2003 promueve la campaña “Contra la violencia hacia las mujeres indígenas”.

Un día, el marido de Macedonia se fue. No sólo la abandonó a ella, también abandonó a sus 11 hijos. Sin embargo, cuando él partió, Macedonia ya había formado la organización. Por suerte. Tenía un colchón dónde caer… parada.

Revertir la dura realidad

La realidad en Querétaro y en miles de lugares más de México es que, cuando los esposos llegan a sus casas después de un largo día de trabajo y de varios vasos de alcohol, casi lo primero que hacen es regañar e insultar a sus mujeres. Macedonia sabe de qué se trata esta dura realidad cotidiana. Por eso, para revertir ese suplicio, trabaja junto a varias mujeres conscientes de sus derechos.

El año pasado capacitaron a algunas autoridades municipales sobre equidad de género. Invitaron a varios funcionarios a las pláticas que darían, aunque llegaron sólo tres. “Queremos que ellos sepan también que nos puedan apoyar, o qué es la violencia… porque aunque son autoridades no siempre conocen nuestros derechos. La idea es que a partir de la capacitación nos respeten como mujeres. Claro que las autoridades cambian todo el tiempo, pero al menos para que nos apoyen cuando entren otros, y les expliquen, y les digan que hay que trabajar bien.

“Las actividades de Fotzi Ñahñö también incluyen trabajo con los niños, no sólo para evitar que las niñas y adolescentes indígenas sean violadas —algo bastante frecuente en la zona—, sino también para que las mujeres no tomen alcohol y les den buen ejemplo a sus hijos. Sí hay mujeres alcohólicas, y eso a sus hijos eso les causa problemas”.

—¿Por qué toman alcohol las mujeres?

—Por algún sentimiento, algún disgusto. Empiezan con una cerveza y luego agarran el vicio. Muchas veces porque sus esposos se van a Estados Unidos y ya ni regresan, las dejan con sus hijos y esto les causa problemas.

Por eso, desde la organización Fotzi Ñahñö están buscando proyectos para que las mujeres trabajen. Por eso, también, han impulsado la construcción de invernaderos de jitomates, de nopales, y ahora de setas, hongos cuyo cultivo les ha cambiado la vida a muchas mujeres del lugar. Les ha permitido tener una mejor fuente de ingresos que la venta de artesanías.

Hace diez años que Macedonia puso en marcha Fotzi Ñahño y se vinculó con “Semillas” (Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer) al poco tiempo de haber creado su organización. De esta organización recibe recursos para capacitación contra la violencia hacia las mujeres indígenas.

Con el dinero y el asesoramiento recibidos de varias organizaciones, Macedonia y sus compañeras instalaron una cisterna para paliar la falta de agua en la comunidad y poder regar sus cultivos. En otros lugares cercanos, construyeron pequeños invernaderos.

Además de trabajar en la siembra y cosecha de alimentos, Macedonia y sus “socias” salen a las comunidades cercanas a hablar con las mujeres, les enseñan que tienen derechos y las ayudan a poner en marcha proyectos productivos, para lo cual también procuran encontrar fondos.Hoy son unas 40 mujeres las que están trabajando en poner en marcha emprendimientos rentables. Hay dos comunidades más que ahora se están organizando: las mujeres de Xajay y Yospí están aprendiendo a defenderse de la violencia de género, y también a cultivar vegetales. Con lo que producen gracias a esta ayuda, las mujeres y sus familias comen y venden lo que les sobra. “Por lo menos las compañeras ya no tienen que comprar sus jitomates, cuando se reparten les tocan dos o tres kilos a cada quien”.

—Cuando usted ve que hay mujeres que “se salvaron”, que pudieron salir adelante después de tanta marginación, ¿qué siente?

—Me da gusto que hayan aprendido, o que se animen a poner una demanda contra sus maridos violentos, o que acompañen a otras mujeres al Ministerio Público. A veces las acompaño y traduzco sus palabras del otomí al español. Me siento bien haciendo eso.

Propuesta para el Nobel de la Paz

En el año 2005, Macedonia Blas Flores fue una de las mujeres propuestas para el Premio Nobel de la Paz por parte de la organización internacional “Mil mujeres”. Macedonia estaba entre 12 mexicanas sugeridas para recibir ese galardón por muchas mujeres alrededor del mundo en forma colectiva.

Aún hoy, esa postulación la llena de alegría y satisfacción. “Tuve muchas invitaciones, muchas salidas, y vi que la gente me aprecia mucho. Me he sentido contenta. Y sigo adelante con mi trabajo”. Cuando la reconocen por la calle se pone penosa y orgullosa a la vez. “Aunque me esconda en otra parte, me van a reconocer”, dice y se sonríe.

—Mirando para atrás, ahora con tantos proyectos, ¿qué balance hace de lo vivido?

—Ya no puedo echarme para atrás, ya no quiero ver para atrás, quiero seguir adelante. Trato de dejar el pasado.

—¿Qué dicen sus hijos de todo lo que hace usted?

—Antes no les gustaba porque salía mucho, pero cuando supieron de la candidatura al Nobel se pusieron contentos y me apoyaron.

Macedonia no pudo estudiar. Hizo hasta segundo año de primaria, pero se le olvidó lo poco que había aprendido. Sin embargo, gracias al INEA pudo recordar qué es leer y escribir, y hacer algunas operaciones matemáticas.

Su vida es movida, casi sin tiempo para el descanso. Se levanta temprano y se va al molino para buscar las cosas para hacer sus tortillas. Luego se va a hacer sus actividades con las compañeras, “que hacer difusión, o irme a las capacitaciones, o ir a México, a Querétaro a capacitar cuando nos dan proyectos de la CDI o de otras instituciones”.

Llega a su casa a las seis de la tarde. Sus hijos más chicos le reclaman su presencia, “pero se enseñaron a quedarse solos desde chiquitos, porque yo tenía que salir a trabajar. Si me hubiera quedado en casa, ¡qué les iba a dar de comer!”

—¿Qué costos tuvo que pagar por trabajar para que las mujeres estén mejor?

—Creo que mucha violencia, pagué con ella para que valga la pena que otras aprendan. Para aprender que los derechos los tenemos igual los hombres y las mujeres.

—¿Es difícil ser mujer y ser indígena?

—Creo que sí, porque no conocemos nuestros derechos, no sabemos muy bien de leyes. Hay que conocerlas para poder seguir adelante, porque aunque uno diga que conoce los derechos, si las autoridades no los aplican o expresan, pues también es como si uno no supiera nada porque a veces uno va a darles la queja y ellos dicen: ’Pues qué quieres hacer, si es tu esposo’… No es la forma que ellos digan así. Una se va más contenta cuando las autoridades aclaran las cosas y se logran resultados. Nosotras somos mujeres indígenas, pero también merecemos respeto. No somos un juguete.

—¿Es optimista?

—Yo pienso que las cosas van a cambiar poquito a poco. Ya hemos formado jóvenes de las escuelas. En estos grupos que están trabajando con nosotros, creo que están mejorando su calidad de vida. Pero hay muchos grupos que no se han acercado, no saben sus derechos, y estamos tratando de explicarles de qué se trata, para que todas sepan y ya no se dejen más. Nunca más.

Por Mariana Winocur

(8) Comentarios
coyote

MUJERES COMO ESTA VALIENTE MEXICANA, ES A LAS QUE SE DEBE DE ADMIRAR Y APOYAR EN TODOS SENTIDOS.

ESAS SON A LAS MUJERES QUE YO RESPETO Y APOYO, NO A TERRORISTAS COMO ESA CRIMINAL LUCIA MORETT QUE ESTABA ALLA EN LA SELVA ECUATORIANA CON AQUELLOS CHACALES ASESINOS, SECUESTRADORES NARCOTRAFICANTES DE LAS FARC.

OJALA QUE MUCHAS MAS MUJERES SIGAN ESE EJEMPLO Y SE UNAN A ELLA EN ESA LUCHA Y QUE LOS HOMBRES SEPAN VALORAR LO QUE EN REALIDAD MUCHAS MUJERES VALEN.

VAYA MI APOYO Y TODO MI RESPETO PARA MACEDONIA BLAS Y PARA TODAS LAS MUJERS QUE LUCHAN POR LAS BUENAS CAUSAS.

Publicado 6 de Abril | 20:16 hrs
AMALIA GUTIERREZ

AL LEER ESTE ARTICULO SENTI UNA GRAN ALEGRIA DE SABER QUE HAY PERSONAS TAN POSITIVAS, ES PARA MI UN EJEMPLO DE MUJER Y DEBERIA DE SER PARA MUCHAS(CHOS) YA QUE CON TANTAS LIMITACIONES SOCIALES PUEDEN AYUDAR Y EDUCAR TAN SABIAMENTE A SU COMUNIDAD. DE VERDAD MIS RESPETOS A SU SENCILLEZ , SAGACIDAD Y TERQUEDAD. VOY A SACAR COPIAS PARA REPARTIR Y DE ESA MANERA ELLA PUEDA SEGUIR SIENDO UN EJEMPLO A SEGUIR.

Publicado 8 de Abril | 12:10 hrs
j estrada g.

mis respeto y admiracion para esta gran señora MACEDONIA

Publicado 8 de Abril | 12:13 hrs
Cynthia

Disfrute leer este artículo. La señora Macedonia es de esas pocas excepciones que pese a sus circunstancias tiene el valor de cambiar su situación y no sólo mejoró su situación, sino también la de muchas mujeres más…La violencia (=frustación), alcoholismo, pobreza, alcohol, los machos mediocres y cóbardes son problemas que por varios años han afectado a nuestra población, necesitamos mujeres como Macedonia que tomen iniciativas y acciones concretas. Creo que sería un merecido reconocimiento a su labor otorgarle el nobel de la paz en un futuro.

Publicado 8 de Abril | 14:12 hrs
lairadedios3

Definitivamente estamos en pañales en este pais en materia de igualdad de derechos,sobre todo con los pueblos indigenas,que desde tiempos inmemoriales han sido objeto de abuso.
Conocer este tipo de personas(sin hacer distingos de sexo)renuevan el espiritu,y la fe de que existe gente extraordinaria,que ha pesar de adversidades sobresalen sobre todos los demas.Sencillamente un ejemplo a seguir.

Saludos Luisa Fernanda y Fernando Redondo………..los amo.

Publicado 8 de Abril | 14:12 hrs
Cynthia

Disfrute leer este artículo. La señora Macedonia es de esas pocas excepciones que pese a sus circunstancias tiene el valor de cambiar su situación y no sólo mejoró su situación, sino también la de muchas mujeres más…La violencia (=frustración), alcoholismo, pobreza, alcohol, los machos mediocres y cobardes son problemas que por varios años han afectado a nuestra población, necesitamos mujeres como Macedonia que tomen iniciativas y acciones concretas. Creo que sería un merecido reconocimiento a su labor otorgarle el Nobel de la paz en un futuro.

Publicado 8 de Abril | 14:31 hrs
J. Diego Vazquez

Desde el extranjero nuestro mas elevado respeto por tan valiente mujer. He leido esta entrevista y la he compartido con mi esposa a quien tanto respeto y honro. Es Macedonia quien deberia estar representando a nuestras comunidades indigenas y no corruptos como Macedonio Salgado.

Publicado 9 de Abril | 09:04 hrs
Carol Cervantes Mendoza

Señora Macedonia: mi respeto y admiración!! A la reportera gracias por difundir la sabiduría y fortaleza de esta gran mujer. Mujeres como Macedonia nos hacen reconocer el atraso en que vivimos. Tuvo que pasar una vida de tragedia para llegar donde está y aun así conservar la esencia misma del humanismo. Gracias Doña Macedonia por rescatar a más mujeres de la ignorancia y de la marginación!

Publicado 10 de Abril | 11:53 hrs

El Kilombo EN cAROLINA DEL NORTE, EXPERIENCIA BASADA EN EL MOVIMIENTO ZAPATISTA

LA JORNADA

12 ABRIL 08

Los de Abajo

Gloria Muñoz Ramírez
losylasdeabajo@yahoo.com.mx

■ El Kilombo

En el número 324 de la calle Geer, en Durham, Carolina del Norte, se abre un espacio autónomo con una auténtica y creciente participación de la comunidad “de color”; es decir, trabajadores, estudiantes, niños y niñas de origen latino, asiático y afroamericano. Se trata de El Kilombo, un modesto centro comunitario en el que la gente del barrio organiza círculos de estudio en inglés y en español, una librería con temática autónoma y radical, clases de inglés y computación, internet gratis, programas de salud, un proyecto de agricultura autosustentable y otros programas que se construyen de acuerdo con las necesidades y demandas de la población.

En la pasada década, Carolina del Norte ha cambiado su rostro y se ha convertido, junto con Georgia, en el estado con mayor crecimiento de la población latinoamericana en EU. “Es un fenómeno extremadamente nuevo; existen muy pocas instituciones oficiales para nuestra población. Pensamos que exactamente por estas características, y además por la presencia mayoritaria de hermanos afroamericanos, esta región es ideal para organizarse desde abajo y a la izquierda”, señala Álvaro.

De acuerdo con estadísticas oficiales (siempre limitadas), en Carolina del Norte hay cerca de 700 mil migrantes, de los cuales 73 por ciento son mexicanos, la mayoría indocumentados. Vienen de Puebla, Veracruz, Guerrero, Michoacán, estado de México, DF y San Luis Potosí, principalmente, y se dedican a la agricultura, jardinería, albañilería y pintura, entre otras actividades con las que contribuyen a la economía del estado.

El Kilombo abrió sus puertas en 2006 y se define como un colectivo al que “llegamos todos con el deseo compartido de vivir de forma diferente y de actuar políticamente; además de una insatisfacción común con las campañas monotemáticas y la serie de intervenciones caritativas muy particulares de las ONG y de la izquierda tradicional”.

Hoy, en este pequeño espacio de libertad, crece el espíritu comunitario entre una población fragmentada desde arriba, en la que es un desafío la convivencia y lucha común entre latinos, afroamericanos, asiáticos, chicanos y otros estadunidenses.

Inspirado en diversos movimientos autónomos, entre ellos la experiencia de las comunidades zapatistas, El Kilombo responde a necesidades concretas de la comunidad, a partir de la organización desde abajo, con decisiones tomadas en asamblea. Se trata, indican, de “crear espacios en donde podamos formar nuevas relaciones sociales”.

El asesinato reciente de 3 líderes indígenas, muestra de la violencia cotidiana en Oaxaca

LA JORNADA
12 ABRIL 08

Mediante crímenes, Ulises Ruiz busca frenar la lucha de pueblos indígenas: organizaciones

■ Hostigamiento y detención de activistas configuran una política parapolicial y represiva, dicen

Emir Olivares y Octavio Vélez (Reportero y corresponsal)

Organizaciones sociales e indígenas de Oaxaca denunciaron que el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz “busca frenar la lucha legítima de nuestros pueblos” mediante una política de estado basada en secuestros, arrestos y asesinatos de luchadores sociales.

En un documento emitido por el municipio autónomo de San Juan Copala, la Red de Radios Comunitarias Indígenas del Sureste de México, autoridades de Yosotatu, el Centro de Orientación y Asesoría de los Pueblos Indígenas, entre otros, se denuncia que recientemente fueron asesinados los líderes indígenas Plácido López, Lauro Juárez y Rosalino Díaz, lo que “muestra la violencia cotidiana que se vive en nuestro estado.

Las organizaciones oaxaqueñas denunciaron también detenciones arbitrarias de luchadores sociales como Pedro Castillo, Flavio Sosa Villavicencio, Adán Mejía, Miguel Ángel García, Constantino Castro López, entre otros, quienes “se encuentran injustamente detenidos, por lo que exigimos su inmediata liberación”. Además, demandaron la cancelación de órdenes de arresto libradas contra decenas de dirigentes indígenas y sociales.

“La impunidad, la fabricación de culpables y la indiscriminada liberación de órdenes de aprehensión y otros actos de hostigamiento contra líderes sociales y comunitarios, configuran en Oaxaca una política parapolicial y represiva de las garantías constitucionales, derechos humanos y garantías de derechos indígenas”, señalan.

Asimismo exigieron presentar con vida a las indígenas triques Virginia y Daniela Ortiz García, desaparecidas en julio de 1997; que la PGR intervenga “inmediatamente” en los crímenes referidos y cese la represión que el gobierno de Ulises Ruiz encabeza contra los movimientos sociales en la entidad.

En este contexto, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo denunció que elementos del Ejército Mexicano ocuparon hoy el municipio de Matías Romero e instalaron un reten en la colonia Rincón Viejo, Santa María Petapa, para indagar las actividades de los integrantes de esa organización.

Carlos Beas Torres, coordinador de Programas de la agrupación, dijo que los soldados arribaron a las 13 horas a la colonia Rincón Viejo cuando se encontraban reunidos en las oficinas varios campesinos de San Juan Guichicovi, Matías Romero, Barrio de la Soledad y Santa María Petapa, afectados por la ampliación del tendido eléctrico Juchitán, Oaxaca-Acayucan, Veracruz, de la Comisión Federal de Electricidad.

Mencionó que los militares interrogaron en forma prepotente y grosera a los vecinos de la colonia sobre las actividades de la Ucizoni. A pesar de esto, destacó que unos mil integrantes de la organización y profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, así como vecinos de las colonias populares y trabajadores del sector salud marcharon por las calles de Matías Romero, para demandar mejoras en el servicio del Hospital IMSS-Oportunidades.

Beas Torres condenó el uso de tropas en tareas propias de los cuerpos policiacos pues además de violar la Constitución Federal, la falta de preparación de los militares los lleva con facilidad a violar las garantías constitucionales y los derechos humanos de la población civil.

íNDÍGENAS DE CAUCA ,COLOMBIA:EJEMPLO DE ESPERANZA Y ORGANIZACIÓN

LANJORNADA

12 DE ABRIL 08

Raúl Zibechi

Guardia Indígena

En las montañas del norte del departamento del Cauca, en la cordillera central de Colombia, a unos 100 kilómetros al sur de Cali, se viene desarrollando desde hace varias décadas una de las más notables experiencias de construcción de un mundo diferente al hegemónico. La región está atravesada de múltiples conflictos: terratenientes con extensas plantaciones de caña contra pequeños campesinos, multinacionales buscando explotar minerales que necesitan expulsar pueblos enteros, narcotraficantes aliados con paramilitares contra todos lo que se interpongan en sus negocios y, finalmente, la eterna guerra colombiana, cuyo último gran capítulo cumplió esta semana 60 años, al celebrarse un nuevo aniversario del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán.

En medio de esa guerra parece un milagro que los indígenas del norte del Cauca sigan adelante con sus proyectos de vida y esperanza. En una pequeña superficie de 190 mil hectáreas entre los mil 200 y los 4 mil metros sobre el nivel del mar, de las que sólo 10 mil son planas, algo más de 110 mil personas (85 por ciento indios nasa, 5 por ciento guambianos y 10 por ciento afros y mestizos) han puesto en marcha una experiencia única en Sudamérica, que tiene sin embargo mucho en común con el neozapatismo de Chiapas y su construcción de un mundo nuevo. Vale decir que 80 por ciento de esas tierras han sido recuperadas a los terratenientes a lo largo de más de 30 años de luchas, en los que la violencia se ha cobrado miles de vidas indígenas.

En esa región, 25 mil familias viven en 304 veredas, pequeños pueblos rurales, y se autogobiernan por medio de 18 cabildos, autoridad indígena tradicional reconocida en la Constitución de 1991, pero acosada por el Estado y sus fuerzas armadas. La estructura de poder se fue construyendo de abajo arriba: asambleas de las veredas eligen alguaciles que acompañan a los gobernadores de los cabildos, que son elegidos a su vez por grandes asambleas en cada uno de los resguardos indígenas. Los cabildos son formas de poder indígena enraizados en territorios o resguardos.

Los nasa (“gente”, en lengua originaria) buscan afirmar la justicia comunitaria, la educación y la salud propias, el control sobre el territorio y el autogobierno. “Eso es para nosotros el mandar obedeciendo”, dice Ezequiel Vitonás, veterano dirigente nasa que fue gobernador y ahora acompaña el proceso que encabeza la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). En sus territorios autogobernados han construido proyectos trascendentales, como el Espacio de Formación de Derecho Propio, una escuela de la que este año saldrán los primeros 60 consejeros jurídicos que trabajarán “para ejercer autonomía desde el derecho propio”. La escuela fue una decisión de las comunidades para fortalecer el autogobierno ante las amenazas externas, pero también para apoyar a las autoridades promoviendo evaluaciones colectivas para superar los conflictos internos.

Otro espacio notable es el Centro de Educación, Capacitación e Investigación para el Desarrollo Integral de la Comunidad (CECIDIC), definido como “un lugar de encuentro de la comunidad nasa”, que funciona en una finca recuperada de 68 hectáreas en el resguardo de San Francisco. El centro depende de los cabildos y fue construido por medio de grandes mingas comunitarias. Aunque el pueblo nasa puso en pie proyectos de educación bilingüe desde 1980, el CECIDIC trabaja en la formación para una educación propia que exprese un modelo educativo nuevo. Unos 800 jóvenes se forman en el bachillerato agrícola con énfasis en lo ambiental y en la organización comunitaria y otros 150 participan en carreras universitarias como etnoeducación, tecnología en agroindustria, economía y ciencias sociales. Los estudiantes aprenden trabajando en el sector agrosilvopastoril, en la escuela de artes y oficios y en las escuelas de animadores comunitarios.

Pero la experiencia más notable es quizá la Guardia Indígena, definida como “un instrumento de resistencia frente a la injusticia”, como “comunidad al servicio de la comunidad y defensa de nuestro territorio”. Ante la agudización del conflicto armado y una serie de asesinatos cometidos por paramilitares, las comunidades y los cabildos decidieron recomponer sus intrumentos de seguridad, entre ellos la Guardia Indígena, que fue reconocida por las autoridades nasa en una gran asamblea realizada en el resguardo de Tacueyó, en mayo de 2001. No tiene carácter militar y sus miembros se identifican por el tradicional bastón de mando de las autoridades indígenas.

Cada vereda elige en asamblea 10 guardias y un coordinador, lo que suma algo más de 3 mil guardias indígenas coordinados en cada resguardo. Se pueden ver mujeres y varones desde 12 hasta 50 años. La formación política es el aspecto más importante, ya que la guardia se considera más educativa que represiva. Todos los meses realizan talleres obligatorios, que suelen durar tres días y que luego cada coordinador replica en su vereda. Los guardias con los que fue posible conversar aseguran que no actúan como policías y que, por el contrario, se consideran “formadores de organización, protectores de la comunidad y defensores de la vida sin involucrarnos en la guerra”. Por cierto, tanto las fuerzas armadas del Estado como las FARC se sienten incómodas, por decir lo menos, con esos comuneros que en grandes grupos se reúnen para proteger a su pueblo.

Los cabildos y la Guardia Indígena definieron “sitios de asamblea permanente” donde las comunidades se congregan en situaciones de emergencia, sobre todo durante los frecuentes enfrentamientos armados en una de las regiones más violentas de Colombia. Ellos los definen como “sitios de resistencia indígena, espacios para la protección, la reflexión y el análisis comunitario”. En el proceso nasa es muy firme la apuesta a no ingresar en la guerra y resistir juntos. Pero se han propuesto hacerlo “respetando la diversidad y la diferencia”, o sea, sin llegar a convertirse en fotocopia de los actores que en seis décadas asesinaron a más de un millón de colombianos.

miércoles, 9 de abril de 2008

En riesgo algunas lenguas indígenas en el estado de México



En riesgo algunas lenguas indígenas en el estado de México
06-Abril-08


La Secretaría de Desarrollo Social de la entidad indicó que actualmente en el territorio estatal están ubicados unos 340 mil indígenas, de los cuales un importante número proviene de otras entidades del país como Oaxaca, Michoacán y Veracruz.


Toluca.- Debido al crecimiento poblacional y a la dinámica social, los grupos indígenas tlahuica, matlazinca, nahua, otomí y mazahua asentados en el estado de México enfrentan problemas diversos que ponen en riesgo sus lenguas y culturas.

Por ejemplo, en 2000 el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) señaló que en el estado de México quedaban sólo 515 personas hablantes de la lengua tlahuica, en tanto que de la matlazinca unicamente fueron ubicados 649 hablantes.

La Secretaría de Desarrollo Social de la entidad indicó que actualmente en el territorio estatal están ubicados unos 340 mil indígenas, de los cuales un importante número proviene de otras entidades del país como Oaxaca, Michoacán y Veracruz.

El Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Estado de México (Cedipiem) informó que casi 50 por ciento de los indígenas de la entidad son originarios de los pueblos otomí, mazahua, tlahuica, nahua y matlazincas, a los que se han sumado zapotecos, mixes, mixtecos, chamulas y tarascos, entre otros.

La secretaria técnica del Consejo Estatal de Población (Coespo), María Cristina Moctezuma Lule, dijo que en 886 comunidades de 46 de los 125 municipios del estado de México hay presencia étnica, y la mayoría vive en alta o muy alta marginación.

Moctezuma Lule expuso en entrevista que a los municipios de las zonas norte y sur de la entidad, en donde habita un gran número de indígenas, se suman los municipios del oriente del estado, como Valle de Chalco, Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Ecatepec, Coacalco, Tultepec y Tultitlán, en donde hay mayor presencia de indígenas migrantes.

El visitador adjunto de la Región 2 Atlacomulco de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Jesús Alberto de la Fuente Pérez, alertó sobre la disminución de la población indígena mexiquense.

"Cada día hay menos indígenas, y etnias como la tlahuica y la matlazinca han disminuido de manera drástica su población en los últimos años, lo cual implica que poco a poco han comenzado a desaparecer las áreas dialectales en el estado de México".


Lamentó que en pleno siglo XXI la discriminación y la marginación flagelen a las cinco etnias de la entidad. De la Fuente Pérez acusó que las comunidades indígenas son un "botín político", ya que sólo en época de elecciones se les toma en cuenta.

En entrevista, explicó que después de tantos programas sociales en algunas comunidades indígenas de la zona norte del estado, como en
San Felipe del Progreso, el servicio de salud se limita sólo al cuadro básico de medicamentos.

Por su parte el secretario de Desarrollo Social en la entidad, Ernesto Nemer Alvarez, precisó que en el territorio mexiquense hay unos 340 mil indígenas, de los cuales casi 227 mil son originarios del estado de México y el resto proviene de otras entidades del país.

Contrario a la percepción del funcionario de la defensoría de habitantes, Nemer Alvarez negó que las etnias mexiquenses estén en peligro de extinción, y aseguró que el gobierno estatal canaliza importantes recursos para elevar la calidad de vida de las comunidades indígenas.

"En lo que va de esta administración se ha hecho un esfuerzo muy importante para apoyar a los indígenas mediante la aprobación de diversos proyectos productivos y programas, como el de Adopta un Niño Indígena, que este año beneficiará a más menores", detalló.

El titular del Cedipiem, Rafael Díaz Bermúdez, informó que en la actualidad el pueblo mazahua es el más numeroso en la entidad; el Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005 identificó a 95 mil 411 personas hablantes de su lengua.

La etnia mazahua se asienta en la región noroccidental y centro-occidental del estado, en 13 municipios de los cuales nueve padecen alto grado de marginación: Almoloya de Juárez, Donato Guerra, Ixtapan del Oro, Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Temascalcingo, Villa de Allende y Villa Victoria.

Dos municipios con presencia mazahua presentan un grado medio de marginación: El Oro y Jocotitlán; y otros dos un grado bajo de marginación: Atlacomulco y Valle de Bravo, lo que significa que se trata de una región y un pueblo con grandes necesidades sociales y económicas.

Según Díaz Bermúdez, los otomíes se asientan en una gran porción del territorio estatal, los valles de México y de Toluca; sin embargo su mayor concentración está en el centro-norte de la entidad, hasta los límites con Hidalgo y Querétaro. La excepción es el municipio de Amanalco, localizado hacia el sur del estado.

El pueblo otomí es el segundo en la entidad por el tamaño de su población al contar, de acuerdo con datos del Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005 del INEGI, con 83 mil 352 personas que declararon hablar esa lengua.

Notimex

AUTONOMIA INDÍGENA PROCESO DE RESISTENCIA ANTE EL CAPITALISMO

LA JORNADA
6 DE ABRIL 08

El antropólogo coordinó el libro El universo autonómico: propuesta para una nueva democracia

Autonomías indígenas, bastión de resistencia contra el neoliberalismo: López y Rivas

■ Pueden ser una enseñanza para la solución de conflictos, inclusive armados, asegura

Ericka Montaño Garfias

Ampliar la imagen Para el colaborador de La Jornada, las autonomías son una propuesta universal no sólo para el mundo rural o el indígena, pueden ser aplicadas a la crisis actual de los sindicatos o de las propias organizaciones de la sociedad civil

Para el colaborador de La Jornada, las autonomías son una propuesta universal no sólo para el mundo rural o el indígena, pueden ser aplicadas a la crisis actual de los sindicatos o de las propias organizaciones de la sociedad civil Foto: María Luisa Severiano

Las autonomías indígenas son uno de los principales bastiones de resistencia contra el capitalismo neoliberal, y no sólo eso: también hacen propuestas al resto de las sociedades actuales, subraya el investigador Gilberto López y Rivas, quien junto con Leo Gabriel coordinó el libro El universo autonómico: propuesta para una nueva democracia.

Ese volumen y su antecesor Las autonomías indígenas en América Latina: nuevas formas de convivencia política son el resultado de un proyecto de investigación denominado Latautonomy, en el que participaron investigadores e instituciones internacionales. En este nuevo título, publicado por la Universidad Autónoma Metropolitana y Plaza y Valdés Editores, se analizan las experiencias autonómicas en seis países latinoamericanos (México, Panamá, Nicaragua, Bolivia, Brasil y Ecuador), así como los casos de Cataluña y Chechenia.

Si analizamos el movimiento obrero o muchos procesos de la sociedad civil, señala López y Rivas, colaborador de La Jornada, “nos damos cuenta de que a lo largo de todo el continente quienes han resistido durante centenares de años, y siguen haciéndolo, son los pueblos indígenas. Así que las autonomías son una demostración viviente, palpable, de que existe una resistencia secular que se mantiene viva, en desarrollo, y que además hace propuestas al resto de las sociedades actuales”.

El universo autonómico, añade, “es un trabajo de índole comparativa, pero ambos libros buscan encontrar los mecanismos que sostienen estas autonomías, las formas en las que se desarrollan y cómo, a pesar de todos los factores adversos y contrarios a estos procesos, constituyen de forma paradójica una propuesta para una nueva democracia y una nueva forma de convivencia política”.

El punto de partida es la idea de que las actuales circunstancias dentro del neoliberalismo, del capitalismo neoliberal, constituyen una amenaza para la sobrevivencia misma de la especie humana, y eso lo vemos en aspectos ecológicos, sociales, en la profunda crisis de las instituciones de otro tipo, manifiesta el antropólogo.

Así “esta investigación plantea el estudio de las formas de gobierno indígenas y de cómo estas pueden ser una enseñanza para la solución de conflictos incluso armados, para ver el desarrollo de los procesos democráticos desde una perspectiva distinta, para proponer formas de organización de la propia sociedad en su conjunto que restituyan la legitimidad de un gobierno que viene desde abajo; un gobierno que tiene procesos como mandar obedeciendo, la revocación del mandato, que no estimula la producción de burocracias”.

Asimismo, se aplica una combinación de ciencias sociales con naturales para “comparar lo que aparentemente es incomparable”; así es como se busca distinguir las peculiaridades de cada región y de cómo se sostienen los procesos autonómicos.

Para ese análisis se parte de la pregunta: ¿la humanidad puede sobrevivir en esta irracionalidad cotidiana y permanente que lleva a un precipicio ineludible?, en lugar de cuestionarnos ¿son posibles las autonomías?

“El propósito fundamental de estos dos libros es buscar en las autonomías indígenas la respuesta a esta interrogante y darnos cuenta de que, paradójicamente, las poblaciones indígenas, no obstante que son las que tienen una gran precariedad económica, pueden dar una respuesta de futuro, dar solución a problemáticas insolubles en la actual situación del capitalismo neoliberal.”

Autonomía es definida aquí no como un arreglo administrativo o una descentralización del Estado-nación, “sino como un proceso de resistencia ante el capitalismo neoliberal, que busca una relación favorable con la naturaleza y que se inserta en los procesos democráticos a partir de una propuesta de un tipo de democracia totalmente distinto; no es una fórmula como se puede ver, en contraste con las propuestas con las autonomías oligárquicas de Bolivia o Venezuela, sino que es una forma de dinámica, de poner en marcha a ese sujeto autonómico para enfrentarse al capitalismo con éxito”.

Es decir, subraya, “las autonomías son una propuesta universal no sólo para el mundo rural o el indígena, pueden ser aplicadas a la crisis actual de los sindicatos o de las propias organizaciones de la sociedad civil. Cualquier tipo de organización que no es autónoma y depende de otras, está condenada al fracaso”.

martes, 8 de abril de 2008

AMARC CONDENA EL ASESINATO DE DOS LOCUTORAS DE REDIO COMUNITARIAS

AMARC condena el asesinato de dos locutoras de radio comunitarias

éxico, DF; martes 8 de abril de 2008.- Respecto al asesinato de Teresa Bautista y Felicitas Martínez, locutoras de la emisora La Voz que Rompe el Silencio, acaecido la noche de ayer en Putla de Guerrero (Oaxaca), la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC México):

1. Exige al gobierno federal, al gobierno de Oaxaca y a la Comisión de Derechos Humanos de Oaxaca el esclarecimiento del móvil del atentado así como la detención y juicio de los autores del mismo, recordando lo que dice el principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos:
“El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”.

2. Lamenta profundamente que Oaxaca siga siendo ejemplo máximo de impunidad y de violaciones a los derechos humanos, clara muestra de que México está aún muy lejos de ser un verdadero Estado Democrático de Derecho.

3.- No es la primera ocasión que emisoras en Oaxaca operadas desde las comunidades indígenas sufren agresiones, pues en el 2006 Radio Nnandia, emisora permisionada de Mazatlán Villa de Flores fueron violentamente desalojadas de las instalaciones de la emisora, así como Radio Calenda ubicada en San Antonino de Castillo Velasco, en la que sus integrantes sufrieron disparos y fueron fuertemente golpeados. Las radios indígenas y comunitarias de Oaxaca se han distinguido en los últimos años por llevar información al servicio de las comunidades, rompiendo el esquema de los medios tradicionales.

4. Recuerda al gobierno mexicano que: “La libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática” .



YO TE NOMBRO LIBERTAD, CREANDO CONCIENCIA
VERONICA VILLALVAZO
solo tengo mis ojos y mi mente como herramienta para trabajar.

lunes, 7 de abril de 2008

XX REUNIÓN DEL CONGRESO NACIONAL INDIGENNA 8 Y 9 MARZO 08

PRONUNCIAMIENTO DE TUAPURIE

Reunidos los delegados de pueblos, naciones y tribus de distintas regiones del norte, centro y sur del país, para realizar la XX Reunión del Congreso Nacional Indígena en la región centro pacífico en el paraje de Awatsait+a o Ciénega de los Caballos, perteneciente a la comunidad de Tuapurie, territorio wixárika, Estado de Jalisco, y considerando que:

Los reunidos fuimos convocados por las autoridades tradicionales de la comunidad wixárika de Tuapurie en un momento en que dicha comunidad ha rechazado y ha impedido la ilegal construcción de la carretera Amatitán-Huejuquilla el Alto en el tramo correspondiente a su territorio, por tratarse de un proyecto que tiene como finalidad fragmentar y privatizar el territorio wixárika de frente a los proyectos que en toda la región y en el país entero han venido imponiendo las grandes empresas trasnacionales a través del Estado;

Nuestros hermanos Wixaritari han reaccionado con dignidad ante esta imposición oponiéndose a lo que el mal gobierno llama “proyecto de desarrollo” pues han manifestado que no quieren ese modelo tan destructivo, sino estar bien con la madre tierra, con eso dan un paso más en esta lucha que los pueblos indígenas de todo el país estamos dando por las mismas razones.

Las políticas neoliberales impulsadas por el gobierno mexicano para privatizar las tierras y territorios de nuestros pueblos, destruir la madre tierra (kiekari) y sus esencias de la vida (y+rari), así como los recursos naturales que corresponden al patrimonio de la Nación se han agudizado hasta alcanzar un grado de ilegalidad, impunidad y violencia nunca antes visto, valiéndose para ello de las contrarreformas constitucionales y las leyes neoliberales aprobadas en los últimos años y utilizando mecanismos francamente ilegales como es el caso de la falsificación de las actas de asambleas de ejidos y comunidades para intentar legitimar los atracos y despojos que han cometido o que pretenden cometer en contra de nuestros pueblos;

Junto con el proyecto carretero que se pretende imponer al pueblo huichol, se han denunciado en esta asamblea otros grandes megaproyectos en regiones indígenas, tales como los corredores eólicos en el Istmo de Tehuantepec y en el territorio Kumiai de Baja California, los gasoductos y regasificadoras en las regiones costeras, la explotación minera, turística y de la biodiversidad intensivas en la Sierra de Manantlán y en los territorios indígenas del occidente y de todo el país que están destruyendo la madre tierra y la cultura de nuestros pueblos;

Asimismo la guerra de conquista capitalista en contra de nuestros pueblos y del pueblo de México ha tenido como propósito la destrucción de nuestros maíces, la aniquilación del aparato productivo nacional y el desmantelamiento de las economías campesinas y comunitarias a través de los tratados de libre comercio, la pérdida de nuestra soberanía alimentaria, la explosiva migración que ha convertido a nuestro en el principal expulsor de fuerza de trabajo a nivel mundial, la privatización de los energéticos y el desmantelamiento de la seguridad social, convirtiendo los derechos y garantías sociales en simples mercancías;

En esta asamblea se analizó la difícil situación de nuestros pueblos debido a la represión ejercida por el Estado desde los aparatos de seguridad pública, policiales, militares y paramilitares, hasta los mecanismos y formas de criminalización de la lucha social en todo el país, estando ligadas dichas políticas a las estrategias de seguridad promovidas desde el gobierno de Estados Unidos para proteger sus intereses y los del capitalismo, siendo asumidas incondicionalmente por el gobierno mexicano y algunos gobiernos latinoamericanos

Específicamente el Estado ha intensificado la guerra de exterminio en contra de las comunidades zapatistas y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, como se puede constatar en las reiteradas denuncias de las Juntas de Buen Gobierno, municipios autónomos y comunidades bases de apoyo zapatistas. A través de dicha guerra se ha operativizado la ocupación violenta de los territorios zapatistas por parte del Ejército Mexicano y paramilitares en complicidad con las instituciones de gobierno, por medio de procedimientos agrarios amañados y utilizando como arietes supuestos proyectos de conservación ecológica en la Selva Lacandona. Tal ha sido el caso de la reactivación de acciones paramilitares de organizaciones como la OPDDIC, misma que se ha parapetado en múltiples organizaciones oficialistas como la CNC y la “Asociación Ecoturística Tzeltal de las cascadas de Agua Azul”;

Emitimos el siguiente PRONUNCIAMIENTO:

PRIMERO.- Manifestamos nuestro absoluto rechazo a la construcción de la carretera Amatitán-Huejuquilla el Alto, y al proyecto carretero gubernamental en la región, así como a los proyectos turísticos y de prospección y explotación de los recursos naturales aparejados con la construcción de la carretera.

SEGUNDO.- Expresamos nuestro rotundo rechazo a los ilegales y fraudulentos procedimientos que las instituciones de gobierno han implementado en su intento para imponer el mega proyecto carretero en la región wixarika, incluida la falsificación de un acta de asamblea y de más de 400 firmas de comuneros. Apoyamos a la comunidad de Tuapurie en su exigencia de que renuncien todos los funcionarios de gobierno involucrados en dichos actos.

TERCERO.- Expresamos nuestra solidaridad incondicional con la lucha de nuestros hermanos de la comunidad wixárika de Tuapurie en contra del mencionado proyecto carretero, en ejercicio de sus derechos territoriales, de libre determinación y de autonomía.

CUARTO.- Nos solidarizamos con las luchas del pueblo nahua en el occidente de México, como es el caso de la comunidad de Ayotitlán en la Sierra de Manantlán, Jalisco, para frenar el despojo y la depredación que ha significado la explotación minera por parte del Consorcio Minero Benito Juárez Peña Colorada, Los Juanes, La Gallina, Imán entre otras empresas mineras; la lucha de las comunidades nahuas de la Costa de Michoacán en contra del despojo de sus territorios por parte de diversos consorcios mineros, como la trasnacional Ternium, y de las inmobiliarias hoteleras sobre la zona costera; exigimos del Tribunal Unitario Agrario Número 38 una sentencia que reconozca los derechos históricos de la comunidad de Ostula en su litigio con la supuesta pequeña propiedad. Rechazamos los proyectos de “ruta arqueológica” y “Tuxpan, Pueblo Mágico” que buscan mercantilizar la cultura de la comunidad indígena de Tuxpan. Manifestamos nuestro apoyo al pueblo coca de Mezcala en la defensa de su Isla y del territorio invadido por el empresario Guillermo Ibarra. De manera similar rechazamos el despojo que en la Mesa de Palmira y La Tesorera, comunidades caxcanes, realizan mineras canadienses con la participación del gobierno del estado de Zacatecas

QUINTO.- Exigimos del estado mexicano el reconocimiento de la totalidad del territorio ancestral Wixárika y, en consecuencia, exigimos el reconocimiento legal a favor de la comunidad autónoma Wixárika de Bancos de San Hipólito, Durango, sobre la superficie de 10-720-00 hectáreas correspondientes a las tierras comunales de su propiedad y posesión inmemorial, mismas que fueron ilegalmente tituladas a favor de la comunidad mestiza de San Lucas de Jalpa. Ratificamos nuestro reconocimiento hacia el comisariado autónomo de bienes comunales de dicha comunidad. Asimismo rechazamos el hostigamiento por parte de la delegación de la PROFEPA en Durango, institución que ha instaurado diversos procedimientos administrativos en contra de comuneros de Bancos de San Hipólito por supuesto derribo de árboles, y la incorporación de la comunidad de San Lucas de Jalpa al programa Pro Arbol, ambos con la finalidad de impedir el ejercicio de sus derechos de posesión y frenar su justa lucha. De la misma manera, al igual que en el caso de Tuapurie, Bancos de San Hipólito se encuentra amenazado por el megaproyecto carretero que pretende trasladar mercancías desde el norte y el centro del país hasta las costas del Pacífico, en este caso en los tramos Zacatecas-Ruíz y Durango San Juan Peyotán.

SEXTO.- Denunciamos la intromisión de los gobiernos a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y la Comisión Estatal Indígena (CEI) en las comunidades de San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de los municipios de Mezquitic y Bolaños, Jalisco, en donde han provocado la división al interior de las comunidades, violando su derecho a la libre determinación y autonomía. Apoyamos asimismo la decisión de la asamblea de los días 1 y 2 de marzo del año en curso, al respecto de detener los trabajos de la carretera mientras se revisa la documentación firmada por las autoridades para la aprobación de la misma con el fin de detectar posibles ilegalidades. El Congreso nacional Indígena apoya la justa lucha de la Comunidad por la recuperación de su territorio invadido en Puente de Camotlán, Huajimíc y Cañón de Tlaxcala.

SEPTIMO.- Nos solidarizamos con la lucha de la comunidad purépecha de Zirahuén en contra del grupo empresarial Ramírez, principal impulsor de la privatización del Lago de Zirahuén, nos manifestamos en contra del cacique Guillermo Arreola, quien ha despojado desde hace más de treinta años a la comunidad de sus tierras. Igualmente nos pronunciamos en contra de la ocupación ilegal de las tierras de Zirahuén y sus catorce anexos, por parte de los productores aguacateros de Uruapan. Rechazamos el proyecto carretero que pretende despojar las tierras correspondientes al territorio purépecha y al territorio nahua a través del complejo carretero Lázaro Cárdenas-La Piedad y Lázaro Cárdenas-Manzanillo. Asimismo rechazamos la privatización del Río Carapan y sus afluentes, así como la pretensión de privatizar las aguas subterráneas y superficiales en nacen en territorio purépecha. Por otro lado denunciamos la formación de la Secretaría de Pueblos Indígenas de Michoacán como una instancia gubernamental encaminada a seguir instrumentando las políticas neoliberales de exterminio de nuestros pueblos y desconocemos como integrante del CNI a su titular, el traidor Alfonso Vargas, y a su equipo de colaboradores.

OCTAVO.- Exigimos condiciones para el regreso del maestro indígena mixteco de Oaxaca, Raúl Gatica Bautista, quien se encuentra exiliado en Vancouver, Canadá. Exigimos la libertad de los presos indígenas zapotecos de la comunidad de San Isidro Aloapam, así como la cancelación de las más de 15 órdenes de aprehensión giradas en su contra por defender su territorio. Exigimos la cancelación de la construcción de la presa llamada “El Paso de la Reina” en territorio mixteco de la costa oaxaqueña, así como la explotación minera en la región cañada por parte de empresarios canadienses. Nos solidarizamos con la lucha de los pueblos indígenas Ikoot, Ayuuk, Zoque y Binnizá que resisten en contra del despojo de sus tierras que representa el denominado megaproyecto energético del Corredor Eólico del Istmo de Tehuantepec, impulsado en esta región de manera ilegal por las empresas trasnacionales, la CFE y el Estado mexicano.

NOVENO.- Rechazamos la creación de ejidos y comunidades agrarias en los territorios inmemoriales de la Nación Kumiai, en Baja California. Denunciamos la violación de los derechos territoriales de la Nación Kumiai con la reciente instalación de un gasoducto que atraviesa parte de su territorio y exigimos la cancelación del mismo. Exigimos se otorgue a la Nación Kumiai el libre paso a través de la frontera México-Estados Unidos por tratarse de un pueblo cuyo territorio y población se localizan en ambos países. Rechazamos la prohibición al derecho de pesca decretada por el Ejecutivo Federal en contra de la tribu Cucapá y exigimos el respeto a sus derechos territoriales ancestrales. Rechazamos el trato indignante y racista por parte del gobierno mexicano en contra del pueblo Rarámuri al vestir a perros chihuahuenses con el atuendo tradicional de dicho pueblo para el efecto de exhibirlos en el lugar conocido como El Divisadero y exigimos su retiro inmediato.

DÉCIMO.- Exigimos el reconocimiento legal de los derechos de propiedad y posesión que corresponden a la Comunidad de San Pedro Atlapulco sobre las tierras comprendidas dentro del Parque Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla. Rechazamos la construcción del mega libramiento carretero Toluca-Cuernavaca que pretende invadir y fragmentar los territorios comunales correspondientes al Monte de las Cruces, Huitzilac y Parque Nacional Lagunas de Zempoala. Nos solidarizamos con la lucha autonómica del pueblo amuzgo de Guerrero y denunciamos el hostigamiento permanente por parte de la presidenta municipal de Xochistlahuaca, Guerrero, Aceadeth Rocha, en contra de su lucha y de la estación de radio comunitaria “Radio Ñomndaa, La Palabra del Agua”.

DECIMO PRIMERO.- Rechazamos todos aquellos proyectos y mega proyectos que tengan como finalidad el despojo y la privatización de nuestros territorios y recursos naturales, así como la destrucción de nuestras culturas y la explotación, cada vez mayor, de nuestros hombres y mujeres, tanto en el campo como en las ciudades y en el extranjero. Asimismo rechazamos la privatización de los energéticos correspondientes al patrimonio del pueblo de México con el fin de favorecer intereses extranjeros. Rechazamos la siembra y venta de maíces transgénicos en cualquier punto del territorio nacional, así como la utilización del maíz para la producción de agrocombustibles. Rechazamos la reactivación del proyecto de aeropuerto en la región de Atenco y Texcoco, la construcción de las presas La Parota, La Yesca, El Cajón y Arcediano. Exigimos la liberación inmediata e incondicional de nuestros presos políticos y de todos aquellos que hayan perdido su libertad por luchar por libertad, justicia y democracia. Exigimos el retiro del Ejército y de los grupos paramilitares de todas las regiones indígenas del país y particularmente de Chiapas, así como el cese de la política de guerra y la ocupación de los territorios que corresponden a las comunidades indígenas zapatistas.

DECIMO SEGUNDO.- En el marco del día internacional de la mujer reconocemos su contribución en la lucha de nuestros pueblos y saludamos a todas las mujeres que luchan por un mundo más justo, libre y democrático. Asimismo saludamos a las comandantas del CCRI-CG del EZLN en su digna lucha de liberación.

DECIMO TERCERO.- Ratificamos, como lo hicimos en la XVII Reunión del CNI Región Centro Pacífico realizada en esta misma comunidad, nuestra adhesión a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y a la Otra Campaña y llamamos a los pueblos indígenas del país a seguir profundizando, junto con el pueblo de México, su lucha de resistencia anticapitalista y el ejercicio de sus derechos autonómicos por la vía de los hechos. Asimismo convocamos a nuestros pueblos, tribus y naciones a fortalecer el Congreso Nacional Indígena como la casa de nuestros pueblos.

Awatsait+a, comunidad de Tuapurie, territorio wixárika, Jalisco, a 09 de marzo de 2008.

POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS

NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS

CONGRESO NACIONAL INDÍGENA EN LA REGIÓN CENTRO PACÍFICO

Pueblo Wixárika: Comunidad de Tuapurie, Comunidad de Wuat+a y Tutsipa, Comunidad de Bancos de San Hipólito. Pueblo Purhépecha: Purhépecha Ireta, Comunidad de Cherán, Comunidad de Zirahuén, Comunidad de Jauja, Comunidad de Nurío, Comunidad de Uruapan, Unión de Comuneros Emiliano Zapata. Pueblo Binnizá: Región Istmo, Consejo Indígena y Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón. Nación Kumiai: Comunidad de Juntas de Nejí, Comunidad de Las Huertas. Pueblo Nahua: Comunidad de Ayotitlán, Comunidad de Tuxpan, Comunero Nahua de Milpa Alta, Santa Cruz Acalpixca de Xochimilco, Comunidad de Ostula. Pueblo Coca: Comunidad de Mezcala. Pueblo Amuzgo: Radio Ñomndaa, La Palabra del Agua. Pueblo Ñahñu: Comunidad de San Pedro Atlapulco. Pueblo Zoque migrante en Guadalajara.